Dirección Nacional de Estadística (1942). Estado de la Instrucción en el Perú según el Censo Nacional de 1940 (informe especial). Lima: Ministerio de Hacienda y Comercio.

El Censo peruano de 1940 fue el primer censo nacional en realizarse en el siglo XX y puso fin a un vacío que se arrastraba desde la segunda mitad del siglo XIX. Afortunadamente el informe especial sobre el estado de la instrucción en el Perú que nació de este censo se realizó libre del abultamiento que solían hacer ciertos burócratas para demostrar los logros de su labor. Ello a razón de que los datos fueron recogidos por personas no vinculadas al sector educación (Contreras, 1996, pág. 19). La información resulta más confiable, pero no es solo cuestión de objetividad; también resulta importante ya que nos brinda una imagen respecto a los principales retos de la época y que aún persisten en estos días en materia de educación. Retos que están ligados lamentablemente a nuestras desigualdades históricas.

Dicho censo ofrece datos sobre el grado de instrucción de los habitantes. Ello se grafica considerando la edad y el sexo de las personas lo cual permite rastrear las desigualdades de género de la época; así como el amplio número de habitantes mayores que no pudo culminar la etapa escolar por diferentes factores como el reducido número de infraestructura destinada a los colegios de segunda enseñanza, limitado número de docentes en zonas rurales y al frecuente uso de mano de obra infantil que se traducía en deserción escolar.

Así mismo ofrece, a quien desee leerla, una serie de síntomas que explican los retos que tenían las mujeres, la población indígena y los menores en general para poder educarse. Por ejemplo, se menciona que a medida que progresaba la edad, el analfabetismo en los hombres decrecía, mientras que en el de las mujeres aumentaba, lo cual puede ser entendido como resistencias domésticas a que las mujeres puedan educarse a diferencia de su par masculino.

Otra importancia de dicho censo es que permite ver las desigualdades educativas por regiones y departamentos. Nos permite realizar un mapeo geográfico de la desigualdad educativa. De ello se resalta que la sierra contaba con la mayor población en edad escolar sin instrucción del país. Casualmente, en dicha zona también se concentraba el mayor número de población en edad escolar que laboraba.

Por este Censo también podemos saber que, durante esos años, la mayor cantidad de maestros se encontraba en Lima, así como el mayor número de población en edad escolar con instrucción, mostrándonos las limitaciones que existía en los otros departamentos para poder -a través de la educación- romper con las desigualdades sociales.

A esto hay que añadir que la población en edad escolar que laboraba en la sierra era, aproximadamente, tres veces mayor al de la costa. Realidades distintas y es que la explotación económica que sufrían las familias influía sobre las posibilidades que tenían los niños y adolescentes de las zonas rurales para poder educarse. Muchos de ellos, como podemos intuir, trabajaban para aumentar los ingresos de sus progenitores y si bien era algo que se remarcaba en la sierra, no era una realidad ajena a las otras regiones. Se estima, según dicho censo, que el 11.05% de la población en edad escolar ejercía ocupaciones remuneradas.

A fines del siglo XIX e inicios del XX peruano, la apuesta por democratizar la educación en el país quedó limitada a una reforma de la etapa primaria y básicamente en zonas urbanas. Ello explica la existencia de una escaza población escolar en el nivel secundario en los resultados del censo de 1940, así como técnico y/o comercial. Situación que se plantea reformar desde la fundación de la Facultad de Educación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Marrou, 2006, pág. 57) así como desde la construcción de las Grandes Unidades Escolares (Mendoza, 1956, pág. 117 – 118).

Dichas desigualdades no son cosa del pasado. Las brechas de acceso a las tecnologías de la información que sufren muchos alumnos de las zonas rurales, así como las resistencias sociales a que se aborde contenido con enfoque de género demuestra que aún hay mucho por hacer. Fue ayer, es hoy, ¿y mañana?

Existencias digitalizadas:

Referencias bibliográficas:

Contreras, Carlos (1996). Maestros, mistis y campesinos en el Perú rural del siglo XX. Lima: Instituto de Estudios Peruanos.

Marrou, Aurora (2006). Historia de la Facultad de Educación. Lima: Fondo Editorial de la UNMSM.

Mendoza, Juan (1956). Nuevo potencial para la educación peruana. Lima: Imprenta del Colegio Militar Leoncio Prado.

Créditos:

Elaborador: Henríquez Jara, Pedro

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