Victoria Zárate y Cortés ([1900-1950])

Victoria Zárate Cortéz fue una destacada médica peruana graduada de la especialidad de Farmacia en la Universidad de San Marcos en 1918. No fue la primera mujer en ingresar a esa especialidad, pues junto a ella destacaron las alumnas Hortensia Hermoza, Trinidad Lozano, Alicia Montenegro P. y Alcira Pinto, siendo una de las carreras con presencia femenina junto al de Obstetricia (Sudamérica, 1918; Odriozola, 1917, p. 50). Además de ello, al ser egresada de la Facultad de Ciencias, también dedicó sus estudios a la meteorología.

Fue rápidamente reconocida por su conocimiento y habilidades, por eso fue nombrada Jefe de la Sección de Higrotermopluviométrica y de 1922 a 1927 trabajó como ayudante en el Observatorio Meteorológico de la Universidad de San Marcos, en compañía de la Doctora Angelica Cucalón y bajo la dirección de Benjamín Mostajo (Alvarado, 1926, p. 78; Mostajo, 1928, p. 408). El Observatorio fue una institución que empezó a recopilar información en 1909 y tuvo a Zárate entre sus primeras investigadoras (Loza, 2022, p. 89).

Es por ello que en 1925, Elvira García y García (1925, pp. 414-415) en su clásico “La mujer peruana a través de los siglos” destacó la figura de Zárate y resaltó su importancia en la recopilación de datos de las graduadas limeñas. Además, fue representante de la empresa farmacéutica Bayer en Lima, posición que adquirió en mérito del reconocimiento que estaba obteniendo (García, 1925, p. 415).

En 1924, participó en el Tercer Congreso Científico Panamericano en Lima, presentando un estudio sobre la humedad del suelo de Lima y su impacto en la salud de los habitantes. Este trabajo fue una muestra de su dedicación a la investigación científica y fue seguido por otra publicación en 1926 en la revista Informaciones y Memorias de la Sociedad de Ingenieros del Perú, donde abordó la variación de la humedad relativa en Lima entre 1910 y 1920. Su trabajo estableció que Lima mantenía una alta humedad relativa durante más de la mitad del día, contribuyendo significativamente al conocimiento meteorológico de la ciudad.

Su actividad científica estuvo ligada a su voluntarismo y servicio social. De este modo, en 1928 dirigía la farmacia de la Liga Antituberculosa de Damas Peruanas, creada por Mercedes Ayulo de Puente. Allí proporcionó atención y medicamentos a los enfermos. Luego, el 30 de julio de 1934 fundó junto a Dolores Riesco, una obra social que más adelante se convirtió en el Centro Cultural del Canillita y donde trabajó por más de 15 años. Ahí ofreció clases, atendió la biblioteca, guió excursiones, campamentos vacacionales y brindó diversos tipos de ayuda a muchos jóvenes vendedores de periódicos (Cáceres, 1928, p. 214; Abate, 1951, p. 150).

Como docente, fue profesora en el Colegio para señoritas de la Escuela Técnica de Comercio en la Universidad Católica en 1942 y en la Escuela de Servicio Social del Perú en 1947 (Dintilhac, 1942, p. 63). Es por ello que fue reconocida como pionera en sus campos, siendo una figura clave de la ciencia peruana.

Existencias digitalizadas:

Zárate y Cortés, V. (1926). Variación de la humedad relativa en Lima. Informaciones y Memorias de la Sociedad de Ingenieros del Perú, 28(5), 192-207.