Juan y Santacilla, Jorge & Antonio de Ulloa (1748). Relacion historica del viage a la America Meridional hecho de orden de S. Mag. para medir algunos grados de meridiano Terrestre, y venir por ellos en conocimiento de la verdadera Figura, y Magnitud de la Tierra, con otras varias Observaciones Astronomicas, y Phisicas. 4 tomos. Madrid: Por Antonio Marín.

Los viajeros españoles Jorge Juan y Santacilla & Antonio de Ulloa, luego de realizada una expedición científica a tierras americanas por encargo real, publicaron en 1748 la obra titulada Relacion historica del viage a la America Meridional, en 4 tomos divididos en 2 partes, siendo la segunda parte donde se llevó a cabo las descripciones del Virreinato del Perú y de sus particularidades. Se puede encontrar valiosa información escrita, así como ilustraciones con representación escenificada de las costumbres de los habitantes de cada zona, la fauna, la flora, entre otros aspectos.

Además, contiene referencias extensas y muy valiosas referentes a la indumentaria colonial. Esto permite una apreciación mucho más completa referente a los trajes de todos los niveles de sociedad para la segunda mitad del siglo XVIII, que permite, incluso, poder analizar épocas anteriores. A continuación, algunas descripciones de Antonio de Ulloa sobre cómo era la indumentaria masculina y femenina limeña y de cómo esta puede ser complementada con una variedad de accesorios:

El vestuario, que acostumbraban allí los hombres no tiene diferencia de los que le estilan en España, ni la hay grande entre las varias jerarquías, que lo componen, porque todas las telas son comunes, y las usa el que las puede comprar, y así no es reparable el ver un mulato u otro hombre de oficio, con un rico tifú, cuando el sujeto de la mayor calidad no halla otro más sobresaliente, con que poderse distinguir. Todos visten con mucha ostentación, y puede decirle sin exageración, que las telas, que se fabrican, en los países, donde la industria trabaja para conseguir sus invenciones, se lucen en Lima, más que en ninguna otra parte por la mucha generalidad, con que se gastan. […] Pero aun esto es nada en los hombres, respecto de las prodigas que son las mujeres en vestirse y adornarse, asunto que sería injusto el no tratarlo con la extensión que requiere. (Santacilla & Ulloa, 1748, t. III, pp. 71-72)

Durante este periodo, fue característico la apertura de los escotes y el develamiento de los invisibles pies; no obstante, se continuó aún con el uso de los incómodos guardainfantes (conviviendo con el uso de las enaguas y faldellines), los mantos de las tapadas, el lujo de las telas y la riqueza de las joyas. Acerca del empleo de joyas, éstas se usaban profusamente en el virreinato, causando la admiración de cuantos forasteros pasaban por sus ciudades, especialmente Lima. Por supuesto, la dama que podía hacerlo lucía joyas auténticas, con pedrería verdadera, siguiendo las preferencias de la metrópoli. Por su parte, si hablamos de color y texturas, los colores de los trajes dieciochescos se aclararon en tonalidades y las telas se alivianaron, por influencia francesa, abandonando su rigidez y el gusto sombrío del siglo anterior.

Los viajeros españoles describen también lo tipos de indumentaria según la ocasión:

Para salir a la calle usan dos trajes distintos: el común de manto y basquiña de cola, y otro de basquiña, o saya redonda, y mantilla. Aquel para ir a la iglesia, este para los paseos, y diversiones, y uno y otro de mucho costo, así por los bordados de plata, oro, o seda, que los cubre, como por la tela, de que se hacen. Con el vestido de cola lucen más particularmente el jueves santo, porque para visitar los sagrarios salen acompañadas de dos o cuatro negras o mulatas esclavas vestidas de uniforme a manera de lacayos; y como sin embozo, no queda más que ver para admirar la suma riqueza, de que se componen sus trajes, y la ostentación, con que visten. (Santacilla & Ulloa, 1748, t. III, p. 78)

En el “retrato de una joven limeña” atribuido a Pedro José Díaz (ca. 1790), puede apreciarse un conjunto indumentario muy semejante a lo descrito por los viajeros españoles. Asimismo, en materia de accesorios, sus descripciones son bastante cercanas a los retratos anónimos de María Mercedes de Salas y Corvalán (ca. 1770), Rosa de Salazar y Gabiño II Condesa de Monteblanco (ca. 1790) o Doña Antonia Marcelina Carrión de Iglesias (Ca. 1804), por mencionar algunos (ver imágenes adjuntas).

Por todo lo expuesto, podemos apreciar cómo la obra de Santacilla & Ulloa se nos ofrece como un libro abierto a partir del cual poder descubrir los más cautivantes aspectos de nuestra indumentaria histórica barroca limeña. Sin duda, una valiosa fuente de investigación.

Existencias digitalizadas:

Créditos: Google Books, Biblioteca Digital AECID, Digital HathiTrust.

Elaborador: Terreros Roldán, Daniella

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