Ardiles, I. (ed.) (1921). El Centenario, 1821-1921. Discurso del Dr. German Leguía y Martínez, presidente del Consejo, y discurso del Sr. Óscar C. Barrós, ministro de Justicia, Instrucción, Culto y Beneficencia. Lima: Tip. Lit. T. Scheusch.

Discursos y otros documentos compilados por iniciativa de Isaías Ardiles, maestro de enseñanza primaria, con el objetivo de que sean distribuidos entre los alumnos de las escuelas y colegio de Lima, Callao y el Perú en general. Contiene las disertaciones del presidente del Consejo de Ministros Germán Leguía y Martínez y del ministro de Justicia, Instrucción, Culto y Beneficencia Óscar C. Barrós Mesinas, además de las felicitaciones ofrecidas por varias personalidades a los ponentes.

El discurso de Leguía y Martínez fue ofrecido el 1 de agosto de 1921 en la ceremonia en honor del Libertador Simón Bolívar, realizada frente a su estatua conmemorativa. Se centra básicamente a evocar la figura de Bolívar, enlazando al personaje con esos grandes hombres de ideales fuertes que la humanidad perdió. Junto con San Martín, ambos son considerados como como héroes arcángeles, “redentores de la América juzgada” (Ardiles, 1921, p. 8). A pesar de no realizar referencias exactas sobre algunos datos históricos, la última parte de su discurso es una oda a la figura de Bolívar, ensalzando la figura del Libertador que América olvidó y luego ignoró.

El siguiente discurso, el de Barrós, fue realizado durante el desfile escolar del 2 de agosto de 1921 en homenaje a la Independencia frente al monumento de San Martín.  Fue protagonizado por los alumnos y maestros de Lima y Callao y grupos de boys scouts, siendo presenciado por embajadores, enviados extraordinarios y delegados en Misión Especial. La disertación está dedicada a la juventud escolar, mostrando las figuras solemnes y heroicas de San Martín y Simón Bolívar como ejemplos y símbolos que debe adoptar esta juventud.

Se insertan la carta de felicitación de Albert Douglas, embajador extraordinario de los Estados Unidos, a Barrós; un voto de aplauso de la Cámara de Diputados del Perú a Leguía y Martínez por su “brillante y patriótico discurso”; y otra carta desde Chiclayo del pedagogo y magistrado Juan de Dios loza y Cordero a Barrós por su notable discurso, el cual califica como “una hermosa y muy alta lección cívica” (Ardiles, 1921, pp. 26-27).

Existencias digitalizadas: