Ministerio de Hacienda y Comercio: Presupuesto, Balance y Cuenta General de la República (1846-1964)

Presupuestos generales de la República de 1846 a 1903. Dancuart, 1903, t. IV.

Por Carlos Paredes Hernández

Al principio los ingresos y gastos públicos comenzaron a ser dispuestos por el Ejecutivo, estableciéndose sueldos, impuestos y gastos ordinarios y extraordinarios. Sin embargo, estas no se presentaban bajo un diseño presupuestario anual o bienal, sino que se daban en la marcha de la gestión pública. De por sí, la Constitución de 1823 y subsiguientes reservaron la prerrogativa de crear el «Presupuesto Nacional» al Ministerio de Hacienda. En la práctica, el primer esfuerzo de Proyecto de Presupuesto se dio en 1845, cuando el Ejecutivo diseñó uno para el bienio 1846-1847 y lo envió al Congreso de la República para su aprobación; empero, no fue admitido, aunque el Gobierno la puso en vigencia, pero reconociendo que tenía defectos e inexactitudes (Basadre, 1983, t. III, p. 15).

Los Presupuestos siguieron formulándose durante las siguientes décadas, tan solo con breves interrupciones debido a un cierre del Congreso o a las coyunturas de crisis política en el país. Para los años fiscales de 1855 a 1860 hubo un breve lapso sin Presupuestos, debido al carácter provisional de la gestión de Ramón Castilla. Otro punto a tener en consideración es que hasta 1887, los Presupuestos se aprobaban en bienios, incluyendo tantos las rentas y los gastos del país, siendo el último en dicho formato el Presupuesto para 1889-1890 y el primer anual desde el año fiscal de 1891.

Estas piezas documentales permiten adentrarnos a las pretensiones iniciales del gobierno con respecto a determinadas actividades para el periodo en cuestión. Además, ofrecen luces de cómo va transformándose el Estado, asumiendo nuevas funciones, suprimiendo otras o dando prioridad a unas sobre otras. Asimismo, permite observar la aparición de nuevos actores políticos en el contexto. Y es que, como mecanismo formal, el Presupuesto está sujeto a las variaciones políticas en las que se produce; es decir, se ha ido transformando con el tiempo a fin de ser más eficiente en la labor de distribución de las finanzas, por ejemplo. Sin embargo, como con las leyes, ello no implica que se haya cumplido a cabalidad lo que se había presupuestado. Para esto último tendríamos que aproximarnos a los Balances y la Cuenta General de la República.

Justo es hacer mención que los Presupuestos, Balances y Cuentas Generales de la República suelen ser utilizados por los historiadores e investigadores sociales como fuente para obtener datos sobre las finanzas referidas a determinadas actividades o políticas públicas. Sin embargo, es poco lo que se ha hecho para tomarlos como objeto de análisis en su condición de instrumento para la administración del Estado, por lo que su estudio aún sigue en proceso.

Organizamos la presente colección en dos grupos: el Ministerio de Hacienda y Comercio (1821-1969) y la Contraloría General de la República (1929-Actualidad). La primera cuenta con los Presupuestos de la República entre 1863 y 1922, y las Cuentas Generales publicadas hasta 1928. Mientras que la Contraloría se ha encargado de la publicación del caso del Balance y Cuenta General de la República desde 1929 hasta la actualidad. Aunque incompletos, permiten rastrear los cambios en las finanzas de la administración pública por casi un siglo.