La Comandancia General de Maynas fue creada mediante una Real Cédula del 15 de julio de 1802, la cual señaló “[…] que el Gobierno i Comandancia general de Maynas sea dependiente de ese Virreinato [del Perú], segregándose de Santa Fe [Virreinato de Nueva Granada] todo el territorio que las comprendía”, así como erigir un “Obispado que comprenda toda estas misiones” (Larrabure, 1905, t. I, pp. 3-4). El nombramiento de primer obispo de Maynas recayó sobre el obispo franciscano y español Hipólito Sánchez Rangel, cuya administración se vio atravesada por los críticos años de la década de 1810 y la guerra de independencia en el Perú.

A fines de 1820, ante la presión de los independentistas, el saqueo de su palacio episcopal y las amenazas de muerte, Rangel decidió por huir desde Moyobamba hasta Chachapoyas, hasta llegar a Brasil a fines de 1821, a Lisboa en 1822 y en 1823 a Madrid. Sobre este acontecimiento, su secretario José María Padilla y Águila señaló:

Así marchaban las cosas, cuando San Martín, gefe de los disidentes, invadió el Perú, y el marqués de Torretagle, intendente de Trujillo, puso preso al reverendo obispo don José Carrión y Marfil. Cualquiera medianamente versado en revoluciones sabe, que en aquel momento se desencadenaron las pasiones, y que no solo se sentirían en Trujillo los estragos de la venganza, mas los de la ambición, por lo que Torretagle, temeroso, codicioso ú obediente, ofició al gobernador de Máinas para que jurara la independencia, amenazando con la suspensión del situado; lo cual motivó en enero de 1821 la fuga del reverendo obispo don fray Hipólito Antonio Sánchez Rangel, para el centro de la diócesis, a donde el gobernador se retiró en diciembre de 1820. Quedé gobernando el obispado ; y el enemigo, que estaba en posesión de Chachapoyas, ciudad inmediata á Moyobamba, me alagó, ofreció y amenazó, pero advirtiendo la inutilidad de sus tentativas, emprendió tomarla a la fuerza (Padilla, 1823, p. 6).

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