«Los concejos barranquinos» por Manuel Beingolea (Lima, 1921)

Beingolea, M. (1921). Los concejos barranquinos: Estudio monográfico mandado hacer con motivo del centenario por el consejo distrital de San José de Surco. Lima: Imp. El Universo.

Fue publicado en Lima en la Imprenta El Universo, bajo la dirección de los hermanos Goicochea, siendo financiado e impulsado por la Municipalidad Distrital de Barranco. Fue encomendado a Manuel Beingolea Balarezo (Chorrillos, 1881 – Barranco, 1953), un escritor y funcionario público que desempeñó distintas ocupaciones, como profesor del Liceo Internacional y del Colegio Nacional de Tarapoto, amanuense en la Mayoría del Regimiento de Artillería, secretario de prefectura de Tacna, secretario del Concejo Distrital de Barranco, entre otros diversos. En Barranco estuvo como secretario del Concejo Distrital entre 1910 y 1930, época en que se le encomendó, junto a Elías Rodriguez, la coordinación del Archivo Municipal, llegando a ubicar cerca de 7363 expedientes de la comuna (Casas, 1926, p. XI). Colaboró con el periodismo entre 1916 y 1922, publicando artículos en Balnearios, Actualidades, La Opinión Nacional, Mundo Limeño, Lulu, El Tiempo y Variedades (Spicer-Escalante, 2010; Mejía, 1955, p. 335; Tauro, 2001, t. 3, p. 333). Ha sido reconocido por algunos intelectuales como Jorge Basadre, José Carlos Mariátegui o Luis Alberto Sánchez, por sus cuentos publicados. Sin embargo, se reconoce que a pesar de ello, no se ha extendido el reconocimiento a este cuentista entre la población. En 1933 se publicó una recopilación de varios de sus cuentos sueltos bajo el nombre de Cuentos pretéritos. Cabe mencionar que aún varias de sus obras literarias se encuentran inéditas. Conscientes de ello, la Municipalidad Distrital de Barranco realizó un homenaje a este intelectual en septiembre de 2022 (Parte 1, Parte 2), en ella se expresó la memoria oral sobre su relación con el distrito. Además, realizaron una exposición virtual con cuatro de sus obras.

Los concejos barranquinos es un bosquejo histórico del distrito de Barranco, de su cultura, de sus tradiciones y de las obras realizadas en la gestión de Enrique de las Casas. Además, inicialmente se pretendió presentar a los personajes ilustres del distrito (Casas, 1926, p. CXVIII). Sin embargo, esta tarea no llegó a cumplirse. Lo que sí logró cubrirse a cabalidad es una relación de los alcaldes que habían estado a cargo del distrito. Lo que permitió organizar el libro, un alcalde cada capítulo y ofrecer una galería de retratos. El libro cuenta con referencias textuales a otras obras, de historiadores (aunque no cuente con una bibliografía), y de documentos administrativos, algunos de ellos transcritos completamente dentro del texto —una práctica común en la redacción de la época—.

En el texto, el autor es consciente que para un lector barranquino, no se aporta nada nuevo. Situación que no le preocupa, pues su interés no es la novedad sino “la ordenación de los datos y en la franca exposición de los hechos tales como han sucedido” (Beingolea, 1921, p. 3). Con esta oración, evidencia una lectura objetivista sobre la historia, propia del ambiente intelectual de la época. Es por ello que reconoce la exageración sobre los hechos que hay en algunas de las fuentes que consultó y advirtió que sus propias “aficiones literarias”, pudieron haber permitido que transmita ciertas opiniones personales a la hora de escribir este libro (Beingolea, 1921, p. 4).

El libro da inicio con una breve narración de la prehistoria, el virreinato y los inicios de la república en el espacio geográfico que hoy ocupa Barranco. En ese sentido, resalta la temprana aparición del distrito de Surco, lugar desde el que se traza una línea recta hacia el mar, para llegar al actual Barranco, en lugar de hacer giros para llegar a Chorrillos (Beingolea, 1921, p. 8). Esta es la explicación con la que Beingolea da inicio al derrotero histórico del distrito. En cada capítulo, se da detalles biográficos de los alcaldes, se describen las calles, el comercio y las principales obras públicas que se fueron realizando, además de proveer una relación cronológica de la ocurrencia de determinados episodios en cada época. Por momentos, se ofrece estadísticas sobre aspectos de la ciudad, tales como: el total de comercios que había en cada gestión, precios establecidos de productos o de tasas tributarias. Esto lo logra a partir de los documentos que pudo recuperar en la búsqueda de papeles municipales para la conformación del archivo.

Según relata en su prólogo, el autor estaba planeando la redacción de este texto por cuenta propia, hasta que el alcalde de Barranco, Enrique de las Casas, lo impulsó de manera oficial y con la aprobación del Concejo Distrital en el contexto del centenario de la independencia del Perú (Casas, 1926, p. LXXIX) . El texto estuvo bajo vigilancia inmediata del concejo municipal. Se señala además que “La escasez del Archivo Municipal y las dificultades de todo género que se presentaron, ha hecho que la obra no sea todo lo completa que debió ser; pero es el primer paso dado en esta senda no sólo por este Concejo sino por los demás Municipios del país” (Casas, 1926, p. LXXIX). De esta debilidad es muy consciente el autor, reconociendo su imposibilidad para conocer ciertos datos. A pesar que en ocasiones menciona que “son detalles nimios que no hacen falta”, siempre manifiesta cierto lamento por no conocer de primera mano los datos faltantes (Beingolea, 1921, p. 21).

El libro está dividido en 18 capítulos, aunque el índice ofrece mención de algunos apartados especiales dentro de cada capítulo. En términos generales, describe en cada capítulo la gestión de cada alcalde del distrito desde 1876 hasta 1920. Al final de sus páginas, se ofrece una erratas, la mayoría de ellas se tratan de errores ortotipográficos que no comprometen la lectura de ningún pasaje. También contiene láminas, ilustraciones, retratos y mapas. En específico: un apéndice estadístico elaborado por Rosendo Vidaurre; un álbum fotográfico elaborado por Bernardo Regal; un padrón o margesí de los terrenos ocupados en los distritos de Surco y Barranco y de los fundos del río Surco; y un plano de Barranco elaborado por el ingeniero Genaro Pellón. Lamentablemente en la digitalización no se puede apreciar este plano. Varios de los retratos presentes corresponden a los alcaldes del distrito, conformando una relación de alcaldes desde 1876 hasta 1920.

Existencias digitalizadas: