Juan Francisco Valega nació en Lima, en el distrito de Barranco, el 3 de febrero de 1895, hijo de Juan Francisco Valega y Capdaygua, y de Rosa Pásara Ramírez y Cisneros Bazán del Clavo. Estudió en el Colegio de Lima, el centro educativo “fundado por Don Pedro A. Labarthe, donde estudiaran Hermilio Valdizán y Julio C. Tello, José Santos Chocano y Clemente Palma” (Mariátegui, 2000). Al culminar sus estudios escolares ingresó a la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de San Marcos, y se trasladó luego a la Facultad de Medicina.

Tempranamente manifestó Valega su pasión por la poesía. Su ingresó al nosocomio, como parte de su formación universitaria, lo inspiró a escribir el siguiente soneto, del cual copiamos solo el primer párrafo: “Hospital / En el ambiente flota un vaho de tristeza / que envenena y que mata el placer de vivir; / en el silencio se oye doliente voz que reza:/ es la de un sacerdote que ayuda a bien morir” (citado por Mariátegui, 2000).

En 1919 representó a la Facultad de Medicina ante el Comité Central de Reforma de San Marcos, junto con Eleazar Guzmán Barrón, y en 1921 fue presidente de la Federación de Estudiantes. Se graduó como médico en 1922, con una tesis sobre el “Síndrome de Fröhlich”. Su interés por la medicina interna, la tisiología y la higiene lo llevaron a formar parte de una gira mundial que se inició en 1925, invitado por el Comité de Higiene de la Sociedad de las Naciones. Dicha vocación se hizo patente más adelante en sus escritos semanales en “El Tiempo” y “La Crónica”, además de apariciones radiales que difundían “los principios básicos del sano vivir y del fomento de la salud física y mental” (Mariátegui, 1988). Y es que, para nuestro autor, “la asistencia que corresponde al médico comprende algo más que el cuidado de enfermos. Incluye, también, el de los sanos; es la Asistencia Preventiva” (Valega, 1940).

En 1927 Valega ingresó al Asilo Víctor Larco Herrera como médico auxiliar. Años después recordó que Hermilio Valdizán “me instó […] para que me incorporara en la reducida familia de la psiquiatría peruana. Otros afanes nos hicieron desoír su solicitación” (citado por Mariátegui, 2000). Llegó luego a la jefatura del pensionado de mujeres, y posteriormente al cargo de director del que ya se llamaba Hospital Víctor Larco Herrera, el mismo que ocupó entre los años 1953 y 1965. “Años difíciles fueron aquellos en que la entidad propietaria de entonces, la Sociedad de Beneficencia Pública de Lima, mostraba ya visible desinterés por el que fuera otrora establecimiento psiquiátrico modelo en América Latina” (Mariátegui, 1988). Vale la pena recordar que en 1966 la administración del nosocomio pasó al Ministerio de Salud Pública.

Valega fue también profesor de la Cátedra de Higiene y Medicina Social, de la Cátedra de Psiquiatría y de la Cátedra de Historia de la Medicina. Asimismo, llegó a ser presidente de la Sociedad de Neuro-Psiquiatría y Medicina Legal, y miembro titular de la Academia Nacional de Medicina. Sus publicaciones no fueron muchas, pues “como buen escritor oral, tuvo una producción escrita limitada” (Mariátegui, 2000). De todos modos, cabe destacar su tesis doctoral, titulada “La pelagra o enfermedad de Casal”, de 1944, así como múltiples artículos aparecidos principalmente en los Archivos Peruanos de Higiene Mental, la Revista de Neuro-Psiquiatría y La Reforma Médica. “En el vivac (Selección)”, de 1983, reúne una serie de escritos suyos de temática diversa, publicados en la revista Defensa Médico-Social, entre los cuales resalta el intercambio epistolar que mantuvo el autor en sus años juveniles con Abraham Valdelomar, bajo el pseudónimo de Máximo Fortis.

La actitud de Valega ante la psiquiatría ha sido descrita como crítica. “Como buen salubrista, daba mucha importancia a las condiciones psicosomáticas del desarrollo personal y del medio ambiente. […] Escéptico frente a los diagnósticos y tratamientos, no dejó por eso de trabajar tanto con los pacientes internados del Hospital Larco Herrera cuanto los de consulta externa” (Mariátegui, 2000). Nuestro autor falleció el 10 de febrero de 1988.

Existencias digitalizadas:

Referencias bibliográficas:

Mariátegui, J. M. (1988). Juan Francisco Valega (1895-1988). Revista de Neuro-Psiquiatría, 51(1), 58-61.

Mariátegui, J. M. (2000). Juan Francisco Valega y la Lima de su tiempo. Lima: Fondo Editorial del Congreso del Perú.

Valega, J. F. (1940). Cuestión urgente relacionada con la asistencia de los enfermos mentales. Archivos Peruanos de Higiene Mental, 4(1-4), 32-37.

Valega, J. F. (1978). Perspectiva de educación sanitaria. Lima: Editorial Minerva.

Valega, J. F. (1983). En el vivac (Selección). Lima: Editorial Minerva.

Créditos: Hospital Víctor Larco Herrera, Internet Archive.

Elaborado por: Stucchi Portocarrero, Santiago

Fecha de publicación: 29/MAY/2024

Última actualización: 29/MAY/2024