La revista de medicina y cirugía Anales Hospitalarios, impulsada por la Sociedad de Beneficencia Pública de Lima, comenzó a publicarse en 1922 bajo la dirección del dr. Wenceslao F. Molina, quien se desempeñaba en ese entonces como inspector del Hospital de Santa Ana. El equipo editorial estaba compuesto por destacados médicos como Guillermo Castañeta, Abel S. Olaechea, Juvenal Denegri, Hermilio Valdizán Medrano, Aníbal Corvetto, Honorio F. Delgado, Fortunato Quesada y Carlos Bambarén (Valdizán, 1923, t. 1, p. 229). El objetivo de la revista era convertirse en «una publicación que reuniera todo el movimiento hospitalario, en su doble carácter científico y administrativo, incluyendo también informaciones estadísticas y demográficas del ramo correspondiente, como resultado del estudio y observación de innumerables casos médicos y quirúrgicos en los diversos servicios hospitalarios que administraba la Beneficencia» (Anales Hospitalarios, 1922, pp. 8-9). Sin embargo, en 1923, tras solo tres ediciones, la revista dejó de publicarse.

En julio de 1929, la revista La Crónica Médica publicó una carta del dr. Eduardo Goicochea, director de Anales Hospitalarios en su segunda época, anunciando su relanzamiento. En dicha carta, Goicochea señalaba que la revista reaparecía «con el fin de provocar en el círculo médico de toda la república un nuevo impulso de divulgación científica, que refleje el estado actual de la medicina y la cirugía en nuestro país. […] Los Anales Hospitalarios aspiran a ser un nuevo estímulo para la producción científica, seleccionando a nuestros valores médicos y sembrando en cada uno el noble afán de comunicar a los demás el producto de su propia experiencia o de la paciente, silenciosa y desinteresada investigación científica». Además, mencionaba que la suspensión de la primera época de la revista se debió a la falta de colaboración, e hizo un llamado al gremio médico para «reaccionar contra el abandono del deber imperativo de divulgación y dinamismo cultural, en pos del prestigio de la profesión médica» (La Crónica Médica, 1929, pp. 233-234). Así, la revista se reanudó como órgano de difusión para todos los profesionales que prestaban sus servicios en los diversos institutos de asistencia y establecimientos de salud administrados por la Sociedad de Beneficencia Pública de Lima, tal como se evidenciaba en la nueva portada.

Entre los colaboradores destacados de la revista en esta segunda época figuran renombrados médicos como Julián Arce, Juan Francisco Valega, Alberto Hurtado, Aurelio Díaz-Ufano, Pedro Weiss, Sergio Bernales, Alberto Sabogal y Alberto Barton, entre otros. Además de los artículos científicos, la revista incluía una sección dedicada a documentos oficiales, notas terapéuticas, noticias relacionadas con sociedades e instituciones médicas, y comentarios bibliográficos. La publicación se mantuvo en circulación hasta 1930.

Existencias digitalizadas:

Referencias bibliográficas:

Anales Hospitalarios (1922). [Presentación]. Anales Hospitalarios, 1(1), 8-10.

La Crónica Médica (1929). Anales Hospitalarios. La Crónica Médica, 46(793), 233-234.

Valdizán, H. (1923). Diccionario de Medicina Peruana. v. 1. Lima: Talleres Gráficos del Asilo Víctor Larco Herrera.


Créditos: Hospital Víctor Larco Herrera, The Internet Archive.

Elaborador: Mena Hinostroza, Pablo

Fecha de publicación: 05/OCT/2024

Última actualización: 05/OCT/2024