Criado Tejada, V. L. (1906). Manual para funcionarios políticos: prefectos, subprefectos, gobernadores, tenientes gobernadores, comisarios urbanos y rurales. Lima: Lit. Tip. Carlos Fabbri.

El Manual para funcionarios políticos, escrito por Víctor L. Criado Tejada en 1906, refleja la preocupación del autor —político peruano que se desempeñó como diputado por la provincia de Paruro en tres periodos distintos (1907-1913, 1913-1918 y 1939-1945) y que también asumió la vicepresidencia de la Cámara de Diputados— por la necesidad de una adecuada administración del Perú. Es por ello que la obra se estructura en dos ejes temáticos centrales: el primero aborda la forma en que se encuentra dividido el territorio nacional, considerando sus divisiones política, judicial, eclesiástica, militar, postal, entre otras; el segundo se centra en la distribución del poder dentro de las instituciones del Estado y en las atribuciones de quienes ejercen cargos en ellas. En el desarrollo de estos temas, el autor ofrece una descripción minuciosa de las obligaciones y funciones de los llamados funcionarios públicos, en particular de prefectos, subprefectos, gobernadores, policías, tenientes gobernadores y demás autoridades locales.

La preocupación de Criado por la naturaleza y trabajo de los funcionarios públicos proviene de su expresada idea de que si no existe un aparato legal consolidado y centralizado el espacio para el desorden y la violencia gana terreno y da cabida para el retroceso del progreso (Criado, 1906, p. 6). Esta observación que hace el autor es producto de dos momentos que transitaba el Perú de la primera mitad del siglo XX, que se encuentra atravesado un contexto sociopolítico que generó un estado débil y un intento de modernización de la estructura estatal y de los agentes que lo componen, su burocracia o funcionarios.

Respecto a ese primer momento, en el Perú de la primera mitad del siglo XX se encontraba frente a un estado débil que permitió la continuidad de la fragmentación regional, reproduciendo el centralismo y generando procesos de modernización económica y social heterogéneos y desiguales, como la modernización técnica coexistiendo con el servilismo en las haciendas de la costa y el gamonalismo andino, generando una sociedad política atrofiada, que permitió la privatización de la vida política-judicial, donde los oligarcas ejercían su propia forma de justicia en sus haciendas y controlaban a instituciones como las prefecturas, subprefecturas e iglesias para proteger sus propiedades y asegurar la retención de sus trabajadores. Se generó así un Estado peruano, que promueve la exclusión de las mayorías y el monopolio de las minorías mediante la violencia, el consenso controlado y mecanismos paternalistas (Burga y Galindo, 1991, pp. 83-148).

En cuanto al segundo momento, el control de las élites tradicionales sobre la economía y la política que se mencionó comenzó un proceso de erosión pero tampoco terminaría por constituirse en un momento de quiebre o desmoronamiento del sistema oligárquico peruano, ya que aunque surgían momentos de crecientes presiones por modernizar el país y exigencias por parte de grupos subalternos, las élites civilistas aún mantenían parte de su poder. Esto generó que en el plano político, surgieran ideas y voces que propugnaban la necesidad de impulsar un deseo de modernizar las estructuras estatales y de adecuarlas a las nuevas realidades económicas y sociales. Bajo esta lógica y premisa ministerios y oficinas estatales se comenzaron a crear y formar, pero también comenzaron a atraer a un nuevo arquetipo de funcionario o servidor público, que se cristalizó en la figura del tecnócrata con formación especializada, que tenía la particularidad de concebirse a sí mismo por encima de los vaivenes y dinámicas políticas. Imbuidos de una profunda convicción acerca de su propia condición de expertos y sobre el poder superior de la ciencia, estos tecnócratas comenzaron a jugar un papel central en los debates acerca de las políticas públicas (Asensio, 2023, pp. 27-64).

Finalmente se puede señalar que esta fuente permite comprender cómo ciertos miembros de la clase política peruana encontraban la necesidad de producir textos que fueran útiles para que los funcionarios o servidores públicos tuvieran una guía de aquellas obligaciones y limitaciones que tenían que cumplir dependiendo su cargo. Además es una fuente que permite observar las dinámicas y agentes que eran el sustento o base al sistema oligárquico así como la búsqueda por el servidor público se profesionalizara y se modernizara para una correcta gestión pública y fortalecimiento del estado.

Existencias digitalizadas:

Referencias bibliográficas:

Asensio, R. (2023). Breve historia del desarrollo rural en el Perú (1900-2020). Lima: Instituto de Estudios Peruanos.

Burga, M. y Galindo, F. (1991). Apogeo y crisis de la república aristocrática. 5ta ed. Lima: Rikchay.


Créditos: Google.

Elaborador: Medina Valdez, Daniel

Fecha de publicación: 10/DIC/2025

Última actualización: 0/DIC/2025