Diez-Canseco, J. (1934). El Duque. Santiago de Chile: Editorial Ercilla.

José Diez-Canseco Pereyra fue un novelista limeño y un activo colaborador en la prensa local. En sus primeros años, participó en el diario barranquino La Provincia (1921) y más adelante en El Tiempo (1928), así como en La Tribuna durante su militancia aprista. También publicó en Variedades, Mundial y Amauta, siendo en esta última donde apareció parte de su novela El Gaviota (Del Pino, 2001). publicó una serie de novelas y cuentos, entre los que destacan la novela corta El Gaviota (1930), Kilómetro 83 (1930), El Duque (1934) y Estampas mulatas (1938), esta última una recopilación de sus cuentos y otros relatos. 

Dentro de estas publicaciones, El Duque es la obra que ha captado mayor interés académico para su análisis, ya que recrea, desde la ficción, dos elementos clave: el proceso de modernización que se desarrolla durante la primera mitad del siglo XX y las expresiones de la sexualidad en ciertos sectores de la sociedad peruana. A través de la historia de personajes como Teddy Crownchield, Beatriz Astorga, Carlos Astorga, Suárez Valle, así como prostitutas, miembros de la servidumbre y otros, la novela ofrece una mirada crítica a dicha modernidad y a las élites que la impulsan. Para el novelista limeño, este proceso de modernización estuvo acompañado de prácticas consideradas degeneradas, como el consumo de opio y cocaína, la prostitución y la posibilidad de relaciones homoeróticas entre hombres, como se sugiere en los vínculos entre los personajes de Teddy y Carlos (Dioses, 2019).

La elección de Diez-Canseco de abordar estos temas no responde únicamente a un propósito artístico o comercial, sino que se vincula con dos procesos particulares que marcaron su interés narrativo por la sexualidad y la modernidad. El primero de estos procesos está relacionado con el surgimiento de la narrativa peruana contemporánea, influenciada por las nuevas sensibilidades, ideas y prácticas políticas y sociales de las primeras décadas del siglo XX. En este contexto, no solo Diez-Canseco, sino también otros escritores, plasmaron en sus obras una crítica a la modernidad civilista y al proyecto político liderado por las élites. Además, dieron cabida a nuevas narrativas urbanas que, aunque con limitaciones, retratan la precariedad y vulnerabilidad de los sectores populares. Este periodo también se caracteriza por el auge del indigenismo —con representantes como López Albújar— y por la creciente participación de mujeres en la literatura, quienes, desde sus relatos, cuestionan los roles de género establecidos (Marcone y Portugal, 2022).

El segundo proceso está vinculado a un importante fenómeno social de la década de 1930: el debate en torno a la sexualidad, cada vez más percibida como degenerada debido al fácil acceso a espacios de prostitución y al aumento de lo que entonces se consideraban perversiones sexuales. Aunque este debate se centró principalmente en la preocupación por la propagación de enfermedades venéreas —como lo demuestran iniciativas como las Jornadas Antivenéreas y el Día Antivenéreo, centradas en el control de la prostitución—, también abrió espacios para reflexionar sobre diversas ansiedades sociales relacionadas con el matrimonio, la familia, los delitos sexuales, la educación sexual, las perversiones, la higiene sexual y los roles de género. Estas inquietudes eran compartidas y discutidas por médicos, psiquiatras, criminólogos y otros especialistas. Entre los temas que despertaban mayor preocupación se encontraba la homosexualidad, la cual algunos clasificaban como una enfermedad endocrinológica o mental —ya fuera considerada una perversión o una inversión del sexo—, mientras que otros la concebían como un delito.

Por ello, El Duque ha sido interpretada como una novela que retrata y denuncia la mirada dominante de la élite modernizadora, desde la perspectiva de sujetos contemporáneos como Diez-Canseco, quienes la señalaban como decadente, moralmente corrupta y socialmente degenerada (Dioses, 2019). Analizar una fuente literaria como esta permite aproximarse a los estudios que, en los últimos años, han explorado la relación entre los procesos de modernización estatal y el control y debate en torno a la sexualidad, más allá de los discursos producidos en tratados médicos, psiquiátricos o jurídicos. Asimismo, su estudio puede contribuir a una lectura crítica del canon de la literatura homoerótica del siglo XX, el cual tiene como uno de sus primeros antecedentes el texto de Delia Colmenares Confesiones de Dorish Dam (1929).

Existencias digitalizadas:

  • Diez-Canseco, J. (1934). El Duque. Santiago de Chile: Editorial Ercilla.
  • Diez-Canseco, J. (2022). El Duque. Adaptación de Fiorella Quispe Tenorio y Jessica Quispe Tenorio. Lima: Casa de la Literatura Peruana.

Referencias bibliográficas:

Del Pino, A. (2001). Diez Canseco, José. En: Del Pino, A., Enciclopedia Ilustrada del Perú (v. 6, pp.847-848). Lima: Peisa.

Dioses, C. (2019). Los desplazamientos de la(s) masculinidad(es) en Duque de José Diez-Canseco (1934) [Tesis de Maestría en Literatura]. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú.

Marcone, J. y Portugal, J. (2022). Introducción: Narrativa peruana contemporánea. Novela y cuento (1920-2000). En: J. Marcone y J. Portugal (coords.), Historia de las literaturas en el Perú.  Vol. 5: Narrativa peruana contemporánea. Novela y cuento (1920-2000) (pp. 11-28). Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú; Casa de la Literatura Peruana; Ministerio de Educación.


Créditos: Casa de la Literatura Peruana; Casa de la Cultura Ecuatoriana.

Elaborador: Medina Valdez, Daniel

Fecha de publicación: 26/MAY/2025

Última actualización: 26/MAY/2025