El año de 1805, la ciudad del Cuzco acunó una conspiración que buscaba nombrar un inca rey sobre los territorios del Virreinato del Perú. La fecha es significativa, pues nos permite hablar de una conjura netamente criolla, cuyos cuadros se empiezan a organizar antes del quiebre que representan desde 1808 la invasión francesa a España y las abdicaciones de Bayona, seguidos por la convocatoria de las Cortes Españolas en 1810, la promulgación de la Constitución gaditana, y todo aquel vendaval que conocemos como las guerras de independencia americana.

Este movimiento peruano, cuzqueño, y criollo, nos puede revelar detalles del surgimiento de un homus políticus americano que será, acaso, la base para el desarrollo posterior del americano político del periodo independentista. 

Los líderes de la conspiración fueron el mineralogista huanuqueño José Gabriel Aguilar, y el asesor interino de la Audiencia, el abogado arequipeño José Manuel de Ubalde. Aguilar contaba al momento de la conspiración con 32 años, y Ubalde con 39 años. Ambos buscaron nombrar un nuevo gobierno para los territorios americanos. Pensaron coronar un inca, un rey inca.

Planearon tomar el cuartel general del Cuzco y la Audiencia cuzqueña para apertrecharse de armas y convocar desde a la rebelión, a la que esperaban se sumarían los indios descontentos de las ocho parroquias cuzqueñas, además de algunos vecinos criollos y regimientos contrarios a los peninsulares. Tras eso, expulsarían a los españoles, llevándolos hacia Arequipa a fin de embarcarlos rumbo a la península, evitando que en el ínterin muriese alguno.

La conjura se vio frustrada por la denuncia que de ella hizo uno de los conspiradores, llamado Mariano Lechuga. Detenidos, y tras cinco largos meses de juicio, el 3 de diciembre de 1805 las autoridades españolas dictaron sentencia contra los reos. Los ideólogos Aguilar y Ubalde, acusados de traición, fueron ahorcados dos días después en la Plaza Mayor del Cuzco, el jueves 5 del mismo mes.

Su recuerdo no quedó allí, es sabido que durante la rebelión cuzqueña de 1814 los rebeldes llevaron una romería a sus tumbas, y establecido el Congreso Constituyente, en 1823, fueron nombrados beneméritos de la patria.

Impresos:

Manuscritos:

Archivo General de Indias:

Archivo General de Simancas:

Historiografía:

Literatura:

  • Palma, Ricardo (1896). Loco o Patriota. En: Palma, Ricardo, Tradiciones Peruanas (ropa vieja). T. IV. Barcelona: Montaner y Simón Editores, pp. 283-286.

Créditos: Portal de Archivos Españoles, Google Books, Internet Archive, HathiTrust, Biblioteca Nacional del Perú.

Elaborador: Robles Chinchay, Rubén

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