Prensa médica en el siglo XIX:

A pesar de que determinadas revistas ilustradas de finales del siglo XVIII incluyeron contenido de interés médico, como el Mercurio Peruano (Lima, 1790-1795), no fue hasta los primeros años de la república peruana cuando se publicó la primera revista especializada en medicina: Anales Medicales del Perú (Lima, 1827). Fue fundada por el médico francés Abel Victorino Brandin, quien advirtió la falta de publicaciones médicas en el territorio peruano y señaló que «este notable vacío debe atribuirse a la naturaleza de los gobiernos, al estado de guerra y a los acontecimientos políticos que han ocurrido en el Perú» (Anales Medicales del Perú, 1827: nro. 1). Anales abordó diversos temas, incluyendo estudios sobre la higiene pública, las úlceras, la quinina (de particular interés para Brandin), la historia natural y la fisiología, entre otros.

Sin embargo, la primera revista médica en el Perú editada por peruanos fue la Gaceta Médica de Lima (Lima, 1856-1868), órgano oficial de la Sociedad de Medicina de Lima, institución fundada en 1854. Esta revista surgió en un contexto particular: por un lado, de cambios significativos en materia de enseñanza médica, lo cual se concretizó en la creación de la Facultad de Medicina de San Fernando en 1856; por otro lado, los profesionales de la salud estaban ganando influencia en el gobierno, lo que les permitió promover reformas en la higiene urbana —destacó, por ejemplo, José Casimiro Ulloa, quien desempeñó un papel político notable en los gobiernos de la época— (Lossio, 2002, p. 56). La Gaceta reflejó este contexto científico, difundiendo investigaciones tanto nacionales como extranjeras sobre la práctica médica y farmacéutica. También publicó actas y documentos de la Sociedad. Entre sus principales redactores estuvieron Ulloa, Antonio Sánchez Almodóvar, José Mariano Macedo, Francisco Rosas, Manuel Nicolás Corpancho, Mariano Arosemena Quesada, entre otros. Cabe señalar que cuando la Sociedad se convirtió en lo que ahora conocemos como la Academia Nacional de Medicina, editó El Monitor Médico (Lima, 1885-1898).

Otro hito en la prensa médica peruana se desarrolló a partir de 1884, cuando la Sociedad Médica Unión Fernandina, creada un año antes por estudiantes de la Facultad de Medicina de San Marcos, inició la edición de su vocero oficial: La Crónica Médica (Lima, 1884-1963). Es considerada como una de las revistas médicas más importantes en la historia de la medicina peruana. Sus paginas difundieron aspectos de educación, investigación y práctica médica y farmacéutica, promocionando el mejoramiento de la salud pública. Además, la revista incluyó las actas y documentos de la Sociedad, así como información oficial de la facultad. En sus primeros años, La Crónica Médica contó con la contribución de Leónidas Avendaño Ureta, quien fue el primer presidente de la Unión Fernandina, junto a figuras destacadas como Ulloa, David Matto, José A. de los Ríos, Francisco Almenara Butler, Pablo Patrón, Ignacio de la Puente, Federico Remy, entre otros.

Otras revistas de fines del siglo XIX que insertaron importante producción médica, aunque sin ser destinadas exclusivamente para ello, fueron El Sol (Lima, 1886-1890 y 1891-[1895]), editada por Carlos Paz Soldán, con información sobre el Manicomio del Cercado de Lima; El Ateneo de Lima (Lima, 1886-1889 y 1899-1908), una de las revistas académicas de mayor relevancia dentro de la vida cultural peruana después de la guerra del Pacífico; El Perú Ilustrado (Lima, 1887-1892), con numerosos grabados, entre los que incluyó a médicos nacionales; Lima (Lima, 1898-1899), con artículos sobre medicina y farmacia; entre otros.

Prensa médica en el siglo XX:

En la década de 1910 apareció La Reforma Médica (Lima, 1915-1967), una de las publicaciones periódicas más importantes del siglo XX peruano dentro del campo de la medicina y la salubridad pública. Fue fundada por los doctores Carlos Enrique Paz Soldán y Baltazar Caravedo Prado, quedándose el primero como director de la revista durante casi toda su existencia. Tuvo como principales ejes la crónica médica, la higiene, la medicina legal y la política sanitaria, incluyendo reseñas de las principales personalidades médicas del Perú y el extranjero, estadísticas sobre enfermedades y medidas paliativas, propaganda médica, discursos, entre otros aspectos.

Por su parte, los Anales de la Facultad de Medicina (Lima, 1918-actualidad), fundada por iniciativa del médico huanuqueño Hermilio Valdizán, fue y sigue siendo una publicación oficial de la Facultad de Medicina de San Fernando de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Está dedicada a la difusión de trabajos de investigación biomédica y temas relacionados con la práctica médica y de las ciencias de la salud, la enseñanza universitaria, la historia de la medicina y la mejora de la salud pública. Es importante recalcar que Anales es la revista médica más antigua en publicación en el Perú.

Otro destacado título fue la Revista Médica Peruana (Lima, 1929-[1989]), fundada y dirigida en sus primeros años por el médico chiclayano Juan B. Lastres, convirtiéndose desde 1932 en órgano oficial de la Asociación Médica Peruana “Daniel Alcides Carrión” (AMPDAC). La AMPDAC fue fundada en 1930, coincidiendo con el 45° aniversario de la muerte del mártir, con el objetivo de promover diversas actividades científicas, velar por la defensa de los derechos sindicales gremialistas y tratar de mantener viva la memoria de Carrión (Álvarez, 2018, p. 50).

En el rubro de la medicina social destacó Medicina Social (Lima, 1937, 1944-[1955]). En el Perú, la medicina social fue una propuesta impulsada por Carlos Enrique Paz Soldán desde la década de 1910 y aterrizada desde la creación del Instituto de Medicina Social en 1927. Para Paz Soldán (1927, p. xv), “[…] La Medicina Social es, por definición, el estudio de la población humana en función de los ambientes geo-cósmico y social, para conocer las acciones y reacciones mutuas de modo de fijar las leyes de la salud y de la prosperidad biosocial del hombre”.

Desde la historia de la medicina, destacó Anales de la Sociedad Peruana de Historia de la Medicina (Lima, 1939-1949). Esta revista buscó dejar constancia escrita de la señalada Sociedad, fundada en 1939. Los principales propósitos de la Sociedad y de los miembros que la conformaban fueron el resguardo del pasado y tradición médica nacional, la exploración metódica de aquellos tiempos y la adquisición de conciencia por parte de la Escuela Médica Peruana de la importancia de la sabiduría, arte y abnegación de los antepasados médicos con el fin de descubrir el rumbo de la medicina nacional.

Prensa y psiquiatría:

El desarrollo de la psiquiatría en el Perú encontró en la prensa un valioso medio para difundir nuevas conclusiones en la comunidad científica y sensibilizar a la población sobre la enfermedad mental. En el año 1918, en el contexto de una renovación en la ciencia psiquiátrica y la apertura del moderno Asilo Colonia de la Magdalena (actualmente conocido como Hospital Víctor Larco Herrera), surgió la Revista de Psiquiatría y Disciplinas Conexas (Lima, 1918-1924), fundada por Valdizán y el médico arequipeño Honorio Delgado. Aunque ya se habían insertado investigaciones psiquiátricas en varias de las revistas anteriormente señaladas, esta publicación fue pionera en su género en el Perú (Stucchi, 2018, p. 270). La revista desempeñó un papel fundamental en la introducción del psicoanálisis en el país, especialmente gracias a la contribución de Delgado, quien ya había estado publicando sobre este tema en Lima desde 1915. No obstante, la revista también abordó una amplia gama de aspectos relacionados con la psicología, psiquiatría, neuropatología, pedología, medicina legal, sociología, criminología e historia de la medicina.

El Hospital Víctor Larco Herrera jugó un papel importante en la investigación psiquiátrica a lo largo de su historia. Su Boletín de Higiene Mental (Lima, 1932-1937) y Archivos Peruanos de Higiene Mental (Lima, 1937-1941) coincidieron con el desarrollo de las ideas de higiene mental en el Perú. Este movimiento, cuyo máximo representante internacional fue el estadounidense Clifford Beers en la década de 1910, consideraba que era posible la curación de los trastornos psiquiátricos mediante la profilaxis (labores preventivas) y la educación en materia de salud mental. Otras revistas publicadas fueron Umanchis (Lima, 1994-1995), Clorpromazina (Lima, 1992-1993), entre otras.

Las sociedades psiquiátricas también ofrecieron importantes órganos de prensa para el debate científico. La Revista de Neuro-psiquiatría comenzó a publicarse en 1938, dirigida por los doctores Delgado y Julio Óscar Trelles. Funcionó como órgano de difusión de los trabajos de la Sociedad de Neuro-Psiquiatría y Medicina Legal, fundada ese mismo año, así como también difundir los trabajos de la Cátedra de Psiquiatría y Neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Mariátegui, 1997, p. 143). Es la revista científica más importante en el rubro de la salud mental que actualmente se publica en el Perú. Cabe señalar que la revista publicó ciertos títulos complementarios, como la Revista de Psicopatología, Psicología Médica y Psicoterapia (Lima, 1962-[1963]).

Por su parte, la Revista Psiquiátrica Peruana (Lima, 1957-2002) apareció como vocero de la Asociación Psiquiátrica Peruana, fundada en 1954 y reconocida oficialmente en 1956, cumpliendo un rol trascendental en el desarrollo de la psiquiatría en el Perú, desplegando una amplia labor en materia científica, de difusión y responsabilidad social. Asimismo, los Anales del Servicio de Psiquiatría (Lima, 1959-[1973]) funcionó como órgano oficial del Servicio de Psiquiatría del Hospital Obrero de Lima (hoy Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen), servicio fundado en en la década de 1940 por Carlos Alberto Seguín, lo cual permitió que el trastorno mental sea visto como cualquier otra enfermedad en un medio hospitalario, pues la tendencia de la época era el confinamiento en manicomios.

El Centro de Estudiantes de Medicina y sus voceros oficiales:

El actual Centro de Estudiantes de Medicina (CEM) de la UNMSM fue creado como resultado de la fusión entre la Sociedad Médica Unión Fernandina (institución que fundó la ya señalada Crónica Médica) y el Centro de Estudiantes de Medicina, el 2 de diciembre de 1919, conservándose el nombre de la segunda. A lo largo de su historia, el CEM editó diversas revistas, aperturando esta nueva época con Revista de la Sociedad Médica Unión Fernandina y Centro de Estudiantes de Medicina (Lima, 1920-[1929]), destinada a publicar contenido científico, notas sobre el acontecer estudiantil y médico de la época y otros apuntes sobre hechos relevantes acontecidos en la facultad, reportajes, resúmenes de los conversatorios clínicos, comentarios sobre revistas en publicación, entre otras secciones. Posteriormente, aparecieron: Revista de los Estudiantes de Medicina (Lima, 1931-1932), Revista de los Estudiantes de Medicina (Lima, 1937-[1958]), Revista Médica Estudiantil (Lima, 1947-1949), Horizonte (Lima, 1958-[1959]), Labor (Lima, 1986), entre otros.

Prensa médica regional:

La producción de revistas científicas en las regiones alcanzaron títulos destacados como Runa Soncco (Juliaca, 1935-1948), vocero oficial del movimiento médico social “rikcharismo” o “rijcharismo”. Este fue un movimiento fundado y dirigido por el médico puneño Manuel Núñez Butrón en la década de 1930, empleado como una herramienta fundamental para la difusión del mensaje referente a la sanidad y la educación de la población, promoviendo con ello un desarrollo social integral, cuyos objetivos eran lograr el mejoramiento de la salud física y mental de los indígenas, enfrentando el reto de un medio geográfico y cultural complejo, usando los recursos del lugar e imponiendo un nuevo estilo de política sanitaria. El nombre de la revista, cuya traducción puede ser entendida como “corazón de indio”, “hombre que tiene mucho amor al indio” o “aquel que ama a los indios de todo corazón”, indica claramente su posición respecto al poblador de los andes peruanos (Frisancho, 2001). Aparecieron diez números entre 1935 y 1948, siendo el contenido adaptado a la mentalidad y necesidades de las comunidades indígenas de Puno, publicándose artículos tanto en castellano como en quechua y aymara.

Referencias bibliográficas:

Álvarez, R. (2018). Colegio Médico del Perú – Una visión retrospectiva de sus primeros 50 años de historiaLima: Fondo Editorial Colegio Médico del Perú.

Cueto, M. (1997). El regreso de las epidemias: salud y sociedad en el Perú del siglo XX. Lima: Instituto de Estudios Peruanos.

Frisando, D. (2001). Manuel Núñez Butrón y el “Rijcharismo”Acta Médica Peruana18(2).

Lossio, J. (2002). Acequias y gallinazos: Salud ambiental en Lima del siglo XIX. Lima: Instituto de Estudios Peruanos.

Mariátegui, J. (1997). Seguín y la historia societaria de la psiquiatría en el PerúRevista de Neuro-psiquiatría, 60(2), 141-144.

Paz Soldán, Carlos E. (1927). Hacia la creación del Ministerio de Higiene, Beneficencia y Trabajo en el Perú. Lima: Imp. Lux.

Stucchi, S. (2018). Cien años de la Revista de Psiquiatría y Disciplinas Conexas. Revista de Neuro-Psiquiatría, 81(4), 270-278.

Créditos: Universidad Peruana Cayetano Heredia, Archivo Digital de la Salud Mental en el Perú.

Elaborador: JMT, PMH